El presidente Andrés Manuel López Obrador dedicó casi toda su conferencia matutina de este miércoles a hablar de la reforma al Poder Judicial, en cuyo contexto llamó “delincuentes” a jueces, ministros y magistrados actuales y dijo que sus amparos en contra de la reforma son improcedentes.
Ante el temor que han expresado algunos sectores de la población en el sentido de que la reforma abre la puerta a que los jueces y ministros estén auspiciados por la delincuencia, negó la posibilidad y dijo que “los delincuentes ya están ahí”.
Explicó que “es parte de un proceso de transformación, de cambio que siempre genera reacciones (…)”
“Hay un grupo que se opone a la reforma al poder judicial y no tienen ningún fundamento, ni legal, ni moral. No tienen fundamento porque es de dominio público que impera la corrupción en el Poder Judicial.
“Que los jueces, magistrados ministros, con honrosas excepciones, la mayoría representan a las mafias del poder económico y también del crimen organizado, entonces, cómo defender la corrupción”
En cuanto a los recursos de amparo que pudieran interponer los representantes del Poder Judicial, aseguró que los recursos de amparo no tienen ninguna validez.
“¿Cómo una jueza va a defender, con qué fundamento legal detiene un proceso en el Legislativo? ¿Cómo detiene un proceso que es constitucional a la función principal del poder legislativo?.
¿Para qué es el poder legislativo? Para elaborar leyes -se preguntó y respondió a sí mismo, y aclaró que es una facultad del Congreso reformar la Constitución y que “la Ley de Amparo no puede aplicarse cuando se trata de trata de un proceso de reforma constitucional”.
Y aunque dijo que jueces, magistrados y ministros actuales están en desacuerdo, sostuvo que “ellos están en un plan de querer entorpecer la vida pública del país, provocar inestabilidad” y aseguró que “ (…)no va a suceder nada. No está sucediendo nada porque el pueblo de México es un pueblo muy consciente, muy politizado. Ayer se manifestaron muy pocos y qué bien que se manifiesten y que vuelvan y los ministros de la Corte deciden ponerse en huelga, también sin ningún fundamento legal”.
